Aclaración

Este blog es parte de un proyecto de la Universidad Autónoma Metropolitana. Todo lo escrito aquí es creación total del autor y cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia.

domingo, 19 de febrero de 2012

Una cita de viernes



"¿Quieres ser mi novia? Te ves muy bien de rubia. Perderte es mi fobia. Tus besos son la gloria. Hagamos una historia que lleve nuestros nombres con rosas y magnolias. Cuando digo tu nombre, me siento nuevo hombre, me prendes como lumbre". Es lo que quería decirle a ... Tan hermoso ejemplar, como ella no lo hay. Minifalda pegada, lápiz labial y su perfume no pueden faltar.

Sin duda, me gusta mucho. Planché mi ropa porque hoy quedamos de ir a bailar. Salí de mi casa una hora antes para llegar a tocar su timbre y me entregara su amor, pero un mugroso ladrón me asaltó. Se llevó el celular que tenía mi agenda telefónica. No había forma de avisar que llegaría tarde.

Va a pensar que me rajé. Seguro ya la perdí y algún fulano su amor me quitó. Tanto rogarle que fuera conmigo al baile y hoy perdí mi oportunidad.

 Estuve triste un rato hasta que decidí que la suela quería raspar. Pero que fuera con una niña, pero que estuviera bonita. Pero que fuera morenita, o tal vez güerita. Pero que estuviera flaquita, o tal vez gordita, pero que estuviera sabrosita. Que me quisiera como soy. Quería eso, pero con qué dinero si me acababan de asaltar. La vi con alguien más, con otro hombre.

Al día siguiente fui a su casa para decirle lo que sentía:
 "Escúchame. Estoy aquí, muriéndome por verte. Esto que siento es fuerte. Me siento así porque tú no me quieres, de mí tan solo te ríes. Y tanto amor que te doy, y tú solo te burlas sin razón. Mami, no hables mal de mí. No seas tan difícil. Te invito un tejuino. ¡Ay, qué mal! Quiero llorar. Tus amigas se burlan sin parar. No seas así. No sigas, por favor".
Pero ando loco desde que la vi y no he podido evitar expresarle mi amor diciéndole: "Te amaré, sirena.". Me acuerdo cuando fui su chambelán. Cuando sonó el vals, me levanté para verme bien galán, aunque en el fondo sabía que jamás había bailado vals.

Todo eso no ha servido para nada. Siempre he sido el amigo, alguien que siempre está a su lado pero que jamás ha tenido la oportunidad de ser el novio. Solo he tenido besos, que son como olas que chocan contra un acantilado. Son fuertes y fríos, húmedos y vivos. Son la gloria.





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