Aclaración

Este blog es parte de un proyecto de la Universidad Autónoma Metropolitana. Todo lo escrito aquí es creación total del autor y cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia.

domingo, 26 de febrero de 2012

Pégame


Nos sentamos y esperamos que las cortinas bajaran. Estuvimos donde nadie pudiera vernos, como dos niños que se esconden para poder besarse por primera vez. Te dije que te amaba y supe que lo creíste.

Esa noche solo quería estar contigo, todo era perfecto y nos alumbraba tu vela. "Ya pagué mis deudas contigo, por favor, no seas descortés. Ya no inventes más peleas, solo quiero estar contigo". Te dije.

Aún soy muy joven y no sabía que puedo ser tan estúpido. Aún eres muy joven y no sabías que puedes ser tan idiota.

Me quieres ver desaparecer. Pues ahora comienza, trato de no decir lo que no quieres escuchar. Puedes taparte los oídos. Confrontaré mis miedos por primera vez desde que te conocí, siento que quiero devolverte todo. Parece que todo esto es un juego, tira tu siguiente carta que será una bala en mi frente, estaré esperando con los ojos cerrados.

No quiero ser quien vive una mentira y nunca lo sabe. Siento que nos estamos alejando del mundo, cierra la puerta.

Despiertas a la mitad de la noche y quieres creer que todo está bien, pero no puedes con todos esos pensamientos. Es tarde y no quieres decir adiós. Y entonces prefieres sentarte en las escaleras que se dirigen a la puerta. El silencio suena tan fuerte como escopetas en todo el lugar.

"Perdóname" era todo lo que dejaste anotado en el espejo. 

domingo, 19 de febrero de 2012

Una cita de viernes



"¿Quieres ser mi novia? Te ves muy bien de rubia. Perderte es mi fobia. Tus besos son la gloria. Hagamos una historia que lleve nuestros nombres con rosas y magnolias. Cuando digo tu nombre, me siento nuevo hombre, me prendes como lumbre". Es lo que quería decirle a ... Tan hermoso ejemplar, como ella no lo hay. Minifalda pegada, lápiz labial y su perfume no pueden faltar.

Sin duda, me gusta mucho. Planché mi ropa porque hoy quedamos de ir a bailar. Salí de mi casa una hora antes para llegar a tocar su timbre y me entregara su amor, pero un mugroso ladrón me asaltó. Se llevó el celular que tenía mi agenda telefónica. No había forma de avisar que llegaría tarde.

Va a pensar que me rajé. Seguro ya la perdí y algún fulano su amor me quitó. Tanto rogarle que fuera conmigo al baile y hoy perdí mi oportunidad.

 Estuve triste un rato hasta que decidí que la suela quería raspar. Pero que fuera con una niña, pero que estuviera bonita. Pero que fuera morenita, o tal vez güerita. Pero que estuviera flaquita, o tal vez gordita, pero que estuviera sabrosita. Que me quisiera como soy. Quería eso, pero con qué dinero si me acababan de asaltar. La vi con alguien más, con otro hombre.

Al día siguiente fui a su casa para decirle lo que sentía:
 "Escúchame. Estoy aquí, muriéndome por verte. Esto que siento es fuerte. Me siento así porque tú no me quieres, de mí tan solo te ríes. Y tanto amor que te doy, y tú solo te burlas sin razón. Mami, no hables mal de mí. No seas tan difícil. Te invito un tejuino. ¡Ay, qué mal! Quiero llorar. Tus amigas se burlan sin parar. No seas así. No sigas, por favor".
Pero ando loco desde que la vi y no he podido evitar expresarle mi amor diciéndole: "Te amaré, sirena.". Me acuerdo cuando fui su chambelán. Cuando sonó el vals, me levanté para verme bien galán, aunque en el fondo sabía que jamás había bailado vals.

Todo eso no ha servido para nada. Siempre he sido el amigo, alguien que siempre está a su lado pero que jamás ha tenido la oportunidad de ser el novio. Solo he tenido besos, que son como olas que chocan contra un acantilado. Son fuertes y fríos, húmedos y vivos. Son la gloria.





domingo, 12 de febrero de 2012

Fu

Me gustaría estar aquí, me gustaría estar allá. Quisiera estar en todas partes. Sé que es una contradicción, pero el problema es que mi cuerpo tiene 20 años mientras mi mente cinco.
Apenas me puedo levantar y no puedo dormir. No quiero levantarme mañana en medio de un montón de basura. Pero cuál es el gran problema si lo único que hay soy yo.
Quiero ser joven, quiero ser viejo. Quisiera ser sabio antes de tiempo, pero también ser ingenuo e impresionable. Quiero que el universo esté de rodillas ante mí y diga, "Diego, se hará lo que tú digas. Y si es imposible, lo arreglaremos solo para ti". Eso es todo lo que quiero.
 Deseo mucho más.¿Por qué conformarme con menos?. Y pienso: Para qué sirve algo sino para llevarlo al exceso. Y la limitación que más odio es que solo hay un Yo. Quisiera que hubiera otro, para viajar conmigo mismo. Hasta quisiera cantar a dueto conmigo.

Quiero ser Shakespeare o el Marqués de Sade. Quisiera ser Cristo, Mahoma, Buda, pero no tener que creer en Dios.

domingo, 5 de febrero de 2012

Otro mugroso viernes

¡No! Otro viernes arruinado. Esta vez no fue una pelea contra mandriles. No. Esta vez tuve que ir al infierno, a una zona cero. Un lugar lleno de enfermedades, no, no fue la cafetería de la escuela. Tampoco el Metro. Mucho menos un tianguis de Iztapalapa. Una clínica, sí, una clínica. Lo peor es que yo no estaba enfermo. No me sentía mal. Solo iba a recoger medicamentos.

Después de pasar a recepción para pedir cita fui al área de espera.  Me senté, chequé mis documentos. Justo en ese momento pasó a mi lado el señor más nalgón del mundo. Parecía que cargaba dos borregos en sus petacas. Dos borregos sin trasquilar. Se sentó enfrente de mi. Su abultado cuerpo ocupaba tres asientos, jamás había visto algo parecido.

Seguía impresionado de lo que había visto, pero poco a poco me relajé. Hasta que una señora me pregunto "Hijo, ¿sabes donde está el consultorio 7?" No-respondí- No pensé respuesta, solo pude ver la verruga más horrorosa de mi vida, era negra, grande y con tres pelos. Uno de los pelos era blanco. Además, creo, le estaba creciendo otra verruga que tenía sus propios tres pelos.

Dos personas, nada fuera de lo común pero me habían impresionado. Al parecer soy muy impresionable. Eso me gusta. Ser así me hace muy sensible a los cambios. En fin, mi estancia en la clínica no había terminado. Apenas había pasado el calentamiento.

En la clínica hay una sección de urgencias, la mayoría de las veces atiende a gente desmayada o con pequeñas cortadas, a lo mucho un buen golpe. Pero esta vez llegó un trabajador herido. Por lo que escuché una máquina le había aplastado la pierna. Solo vi que llegó en una camilla, y unos segundos después llegó su pierna. Obviamente no caminando, la cargaban unos guardias.

El día empezó a ser malo, como dije soy muy impresionable y ver eso me dejó frío y sin aliento. Deseé haber besado la verruga en lugar de ver al trabajador sin pierna. Deseé que el señor nalgón pasara junto a mi todo el día en lugar de haber visto la pierna.

Y así es como se arruina un viernes. Mugroso día. Ese día planeaba salir con una nueva amiga, empezar a lanzar mis garras. Divertirme con ella. Pero después de lo que pasó tuve que cancelar todo. Tal vez ella pudo arreglar mi día, aunque seguramente yo se lo habría arruinado con mi historia.